Después de un intenso día viajero, recorriendo los rincones que te apetece ver desde hace bastante tiempo que llevas organizando el viaje. Después de ese largo día, tienes ganas de llegar al hotel, albergue, hostal, apartamento… darte una buena ducha, descansar y cargar pilas para el día siguiente. Eso es lo que piensas, ¿verdad? Pues te equivocas: llegas al hotel y es el cuarto de los horrores. Continue reading